20
Sep
15

Tenoch no tenía idea

Este carnal venía desde un lugar en la costa de Nayarit. Venía con su raza. La neta es que no se sabe porque empezaron la huida pero se aventaron un buen rato dando el rol.

Cuando vas persiguiendo fantasmas, el camino se hace complicado.
Así le pasó a estos compas. Mientras más avanzaban, más pinchis rudos eran con quienes se encontraban en el camino. Crecía su desesperación por no saber hacia dónde iban. Incluso entre ellos ya había problemas.

Hubo más de uno que le quiso romper su madre al Tenoch por traerlos dando vueltas a lo pendejo. Y la neta la neta el Tenoch no tenía ni puta idea de hacia donde iban… Hasta que un día llegó cerca del Lago de Texcoco.

Ese día había baile soniderotl. Todos cotorrearon chido y se alivianaron. A la luz de la fogata echaron el pulque y netearon. Tenoch se ligó a una princesa y echaron el romance en una trajinera. Fue uno de esos momentos en los que no te falta nada.

Al día siguiente, mientras buscaban un mercado para curarse la cruda que traían todos, Tenoch vio un águila devorando una serpiente y tuvo la mejor idea de su vida. Se hizo el que le daba el ataque… Y que las visiones y que la revelación divina y que la profecía. Sus compas se asustaron harto y le consiguieron un Tehuacán con limón y sal para que se alivianara.

Una vez que recuperó el habla, Tenoch les platicó que Huitzilopochtili le habló en un sueño y que le dijo que donde viera el águila y la serpiente debería fundar una ciudad. Y que de ahí iba a salir una nación de poca madre. Y no se equivocó.

Códice Mendocino

Los mexicanos somos los hijos del Tenoch. Compartimos su leyenda: pasamos un chingo de tiempo buscando esa señal cósmica que nos enseñe nuestro destino, sin darnos cuenta que la podemos armar en cualquier lugar y a cualquier hora.

Nuestros ancestros, quienes fundaron esta tierra, nos dejaron puras buenas lecciones:(1) la onda no es qué hacer sino con quién se hace; (2) el pedo no es estarlo haciendo sino para qué se hace. La clave de todo el mundo -banda- es dejar de preguntar dónde es aquí y empezar a decir aquí es donde.

Palabra del Tenoch.

20
Sep
15

Corsario Negro

(¿Alguna vez han pensado en la idea más terrorífica que habita su mente? De la mía salió una imagen que arme una pequeña historia)

naufragio

Un barco en altamar. El atardecer tiene un tono rojizo particular este día. Algo salió mal. Hubo una explosión. El Corsario Negro estalló en mil pedazos.

Conforme sus astillas volaban por los aires, también desaparecían las vidas de un puñado de mediocres que habían intentado burlar al sistema. Muerto Jorge, muerto Paco, muerto el pinchi Dólar, ese gordito tan cagado y buen amigo.

¿Qué fue lo que les hizo tomar esa decisión? Ciertamente ya es demasiado tarde pensarlo. Pero pensar es lo único que puedes hacer ahora. No hay sobrevivientes al naufragio. Salvo tú.

Qué pendejo, que pendejo… Esa es tu conclusión mientras recuperas la conciencia, flotando sujeto a una madera.
Flotas, sigues flotando…

06
Jul
15

Los nietos de Aristóteles

Grecia está evidenciando los límites de la democracia representativa.

Los nietos de Aristóteles han decidido NO aceptar el acuerdo con sus acreedores y prolongar su agonía.
Tendrían que pagar los platos rotos de alguien más. Nunca fueron consultados sobre el manejo de la deuda griega; quienes fallaron fueron un grupo de técnicos contratados para el trabajo. Evidentemente prefieren la catafixia.

La nueva democracia requiere conocer más sobre las preferencias de sus ciudadanos. Pero los gobiernos cada vez más tecnocráticos, dificultan el entendimiento de las decisiones que hay que tomar y sus implicaciones. El caso griego nos hace pensar en escenarios donde los técnicos fallan (o son obligados a fallar) y sus gravísimas consecuencias en términos de gobernanza. Me parece que la crisis griega debe revaluar todos los esfuerzos encaminados a hacer entendible el abra cadabra de las políticas públicas.

En el fondo, el caso griego evidencia la necesidad de que los ciudadanos sean corresponsables con las decisiones que tome el gobierno, incluso las más técnicas. La alternativa amenaza con la viabilidad no solo de un sistema financiero, sino de la democracia misma. Como dijo Paul Krugman«¿Y si Grecia acaba saliendo del euro? En este momento hay, efectivamente, buenas razones para el Grexit pero, en todo caso, la democracia importa más que cualquier acuerdo monetario«.

La decisión que sigue está en manos del Banco Central Europeo. Con gran precisión técnica su gobernador, escogerá el veneno óptimo para que Grecia tenga una muerte menos dolorosa… a menos que desde la arena política le pidan detener la inyección letal. Los jefes de estado difícilmente cambiarán de opinión; nadie quiere electores molestos porque sus impuestos se gastan en alguien que no sean ellos. Y puedan que tengan razón.

Lo que le queda a griegos y griegas es buscar la mirada empática del resto de los ciudadanos europeos: explicarles este horrible galimatías que es el gobierno representativo cuando comete errores y pedirles otra oportunidad. Tienen un problema: como siguen siendo una democracia representativa, no pueden garantizar que no lo volverán a hacer. Lo que está pasando en Grecia nos debe obligar a pensar en las leyes, mecanismos, procedimientos o apps que evolucionen la democracia representativa hacia una democracia max power (o algo). Los nietos de Aristóteles ocupan esa democracia sayayin.

Greece a chance

17
Jun
14

El Quinto Partido

Desde que tengo memoria, deseo tanto el quinto partido de la selección mexicana como los analistas del periódico ansían el crecimiento económico. Es irónico que el inicio de nuestro suplicio coincida cronológicamente: a unos meses de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio, Bulgaria nos ganaba esa serie de penaltis; 1994 cambió nuestras vidas.

Desde entonces, tenemos casi tantos proyectos de país como directores técnicos de la selección nacional. Ernesto Zedillo, Manuel Lapuente, Vicente Fox, Javier Aguirre, Felipe Calderón, Ricardo Lavolpe, Sven Goran Eriksson y Andrés Manuel López Obrador, todos ellos han ofrecido un cambio verdadero para el país, uno que sí nos convierta en un México Ganador.

Sospecho que sus fracasos tienen causas similares, relacionadas con cómo han sido elegidos y los intereses que deben representar. Por un lado, tenemos una clase política cerrada como las ostras y, por el otro, una Federación Mexicana de Futbol que se rige por un pacto de caballeros.

Va más allá de las formas, el problema es que no han podido generar alternativas viables ante resultados adversos. Por lo que se opta en este país, es por copiar lo que se dice que es mejor, sea el Consenso de Washington o la formación 5-3-2. ¿Dónde acomodas a Cuauhtémoc Blanco en un 5-3-2? ¿Cómo tener libre comercio cuando PEMEX sigue siendo tu principal fuente de ingresos, tanto fiscales como electorales?

La clave no está en mandar jugadores a Europa para que se les olvide que son mexicanos, ni en atraer inversión extranjera directa que nos enseñe lo bueno del mundo. Antes que eso –que es necesario– hay que descubrir cuáles son nuestras particularidades y explotarlas. Un país que se construya de abajo hacia arriba, un equipo con estilo y personalidad propia. Crear un entorno donde los mexicanos, siendo mexicanos, podamos triunfar.

La utopía es posible: los resultados de nuestras selecciones juveniles dan esperanza. También lo que dice el (Ricardo Hausmann’s[1]) Índice de Complejidad Económica para nuestro país. En ambos casos, el éxito es independiente de nuestras dirigencias; en ambos casos lo que destaca es la colectividad.

No hay que negarlo, los mexicanos nos sentimos cómodos en comunidad –en familia, entre amigos, en equipo–; ese es nuestra característica específica. El reto es aprender a aplicarla como fuerza, no como freno: que no paralice al tirar un penalti, que no se convierta en nepotismo; que levante al equipo ante un marcador adverso, que genere cadenas productivas que conquisten mercados internacionales.

A unas horas de enfrentar a Brasil, el amplio favorito para ganar el mundial de futbol, hay pocas razones para el optimismo. Pero mi sufrimiento que tiene más de 20 años, me obliga a ilusionarme una vez más. Veo esperanza en la inexperiencia, volatilidad emocional e indecisión de Miguel Herrera: se abre una posibilidad para que el grupo sea el que tome las decisiones y que encuentre una mística –picardía, dinámica, mexicanitud– que nos lleve a la tierra prometida en forma del quinto partido.

Un liderazgo incapaz, pero que sabe escuchar, puede convertirse en una ventaja.

 

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[1] http://atlas.media.mit.edu/profile/country/mex/ <- México será la nación 25 con más crecimiento en la siguiente década.

10
Jun
14

Gente de animales

Tener una mascota podría ser un tributo a las ganas de complicarse la vida. Es un mensaje al mundo de que un trabajo, pagar las cuentas, tener amigos –en su caso parejas, y hasta hijos– no es suficiente. No, tenemos espacio para cuidar de una bola de pelos que corretea nuestro andar. Y: ahí el gato o el perro, sentado en la sala.

Parece una necedad. Es la ironía de buscar lo orgánico y silvestre en un mundo cada vez más global y urbano. ¿Qué nos pasa, ciudadanos de la aldea global? ¿Cuál es el chiste de habernos emancipado de los bosques a través del cemento y el progreso? Si necesitamos cuidar algo, ¿por qué dejamos morir la industria del Tamagotchi?

Y es que tener una mascota es una experiencia liberadora. Libera porque, a diferencia de un hijo, no es tu obligación cuidarlo –mucho menos si es un pez beta–, sino porque prefieres hacerlo y eso hace que tu pequeña bestia esté agradecida contigo. Esa sensación es la que jamás pudieron programar los japoneses.

Pero lo más importante de las mascotas no es su agradecimiento; al contrario los más beneficiados de esta afortunada simbiosis somos nosotros. Soy un fiel creyente de que cada quien tiene la mascota que se merece.

Me explico: las mascotas no se parecen a sus dueños, si no a lo que aspiran sus dueños a ser. Los rasgos de la personalidad de nuestra mascota, lo que le hace única, suele recordarnos exactamente lo que necesitamos para ser felices.

Así, los dueños de perros tienen un babeante y tierno recordatorio de que hay que jugar al menos un ratito todos los días, que no hay nada más divertido que vivir sin complicaciones, y que sin importar lo ocurrido antes, uno no abandona a las personas que más quiere.

Y la gente de gatos, entre ronroneos y maullidos, se da cuenta que no hay nada más elegante que alguien que ha dormido bien y a sus horas, que un bonito rayo de sol entrando por la ventana es más importante que cualquier cosa en la computadora, y que hay que hacerle caso al instinto y dejarnos llevar en una repentina persecución a una mosca (sea real o imaginaria).

Ser gente de animales es contar en casa con un vocero de la naturaleza. Ladra, maúlla y mueve la cola para señalarnos nuestras disonancias y estridencias. Ser un buen dueño es aprender a escuchar y así recuperar la sintonía. Cuidar una mascota es, en realidad, cuidar nuestra propia armonía.

 

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09
May
14

Exploradores del tesoro

La revolución no es conveniente. Nunca lo ha sido.

Aunque el futuro es inminente, sin una revolución ese porvenir puede que nunca aparezca en nuestras vidas. Una revolución es ganarle tiempo al tiempo, escoger el porvenir, escribir la historia más allá de nuestra historia.

Definitivamente ese gran cambio no aparecerá en tu Facebook pidiendo un laik. No, la metamorfosis social está en el barrio, en la oficina de aquel lado, o en ese otro trabajo que tanto deseas; está invariablemente fuera de tu zona de confort.

Tenemos que ir más allá, cruzar la frontera; tomar el avión, inscribirnos al curso, hacer la llamada. Conocer a otros. Hacer vínculos, tender puentes; conocer lo que hacen los otros para reconocernos en ellos.

Hay que ser uno menos. Uno menos de los que caminan sin voltear a ver a la gente, uno menos de los que no ayudan cuando se les pide, uno menos de los que viven en la burbuja hermética de sus teléfonos celulares. Uno menos de los que no sonríen, de los que no descansan, de los que no aman con locura.

Para un mundo de islas, hacen falta exploradores del tesoro. Para recorrer el desierto hay que buscar manantiales; para entender el mar, un tanque de buceo y una tabla de surf. Volar no es otra cosa que fracasar al caer*.

Revolucionario es meter lo que eres en una maleta y lanzarse sin paracaídas a lo desconocido. Encontrar lo diferente y mezclarlo con tu esencia para hacer algo completamente nuevo. Apasionarnos por la creación propia, descubrirnos únicos, que eso que somos/estamos se transforme en tu cosa más querida, tu kjæreste**. En la diversidad está la grandeza de todos.

El primer paso es señalar lo que está mal en el mundo, negando incluso lo que nos conviene. Las causas perdidas no están perdidas, los perdidos somos nosotros. Hay que decirlo: la pobreza indigna, la discriminación destruye, la injusticia encabrona. Así rompemos la inercia e iniciamos el viaje en sentido contrario, como salmones.

Hoy en día, no hay un acto más revolucionario que ser lo que no estabas destinado a ser: arreglar el mundo, empezando por uno.

 

 

* Paráfrasis de Douglas Adams en la sensacional serie «Guía del Autoestopista Galáctico». La primera parte aquí.

** Palabra noruega que quiere decir literalmente «lo más querido»; se usa para referirse a la pareja sentimental.

15
Abr
14

CUMBIA DE TODOS

Cuando empieza la cumbia se me mueve algo en el alma… Badabum, badabum, badabum; así la música, así también algo en mi corazón.

Bailongo sonidero

Bailongo sonidero

La cumbia en el barrio se baila en chiquito, de cerquita –o cerquitasss, ya depende de cada quien. Es así porque cuando se cierra la calle para armar el baile, hay poco espacio para que las parejas puedan lucir sus mejores pasos; pero también porque así estamos acostumbrados los mexicanos: a hacer mucho con poco. ¿No me creen? Pregunten a los más mayores que si el danzón no se puede bailar en el espacio de un ladrillo.

A muchos nos les gusta la cumbia, dicen que no es un baile refinado. Y es que no lo es. Es un baile puro, auténtico. El ritmo es la base permanente a partir de la que se construye una pieza musical, poética o dancística, la estructura constante que da orden y permite agrupar las creaciones dinámicas, como la música y las novelas. La popularidad de los géneros musicales refleja la coincidencia de los ritmos de vida de las personas con los de las rolas, ¿no creen?

(Hay una TedTalk de un Ron Eglash, matemático, quien mezcla fractales, tradiciones, sabiduría popular y esto del ritmo popular / ritmo social… Su viaje llega a decir que si analizamos los tejidos africanos, encontraremos los principios del álgebra booleana, gracias a la cual tenemos computadoras. Dense: http://www.ted.com/talks/ron_eglash_on_african_fractals)

Los barrios de la Ciudad de México suenan a cumbia sonidera: con sus puestos ambulantes de comida abundante en calorías; sus microbuses en segunda fila y sus cacharpos notificando la disponibilidad de los lugares; con sus puercos montados en sus patrullas y sus ambulancias a toda velocidad –toca madera para que no estén yendo hacia tu calle. La pertinencia con la que el claxon de un taxi grita como Tarzán, es la misma con la que en una cumbia aparece un ¡tambó tambó tambó!  Lo que le caga a los fresas no es la cumbia, es la forma de vida de los cumbiancheros.

Cuando uno baila cumbia, lo más importante es tener estilo, por eso el juego de pies es muy importante. La música es de todos, el baile es de uno. Los compases cuentan la historia de quien escribió la canción, una historia con la que seguramente nos sentimos identificados todos en el bailongo; pero la danza eso es la interpretación personal de ese momento de la historia que compartimos. El juego de pies, los saltitos, los enredes y los giros es la mejor respuesta de uno al ritmo de la música, al tiempo de la ciudad.

Por eso se acostumbra que el DJ salude entre canciones a la gente… Es reconocer que en medio de la fiestota –esa narrativa que compartimos todo– hay historias individuales, de personas que se mueven con su propia lógica. Sirve para notificar a la banda que ahí está uno, que sigue vivo y que, a pesar de todo, se sigue disfrutando de la vida.

En algún sentido, me da gusto que la cumbia se empiece a poner de moda con sus interpretaciones más electrónicas. Es natural. Significa que México se urbaniza y con ello los problemas de las grandes ciudades se democratizan. Me da esperanza, entre más banda baile a ese ritmo, más cerca estaremos de encontrar nuestras soluciones nacionales. Espero.

 

01
Feb
14

Asalto bancario

Pasé una hora en Banamex haciendo fila. Había espacio para doce cajeros pero sólo tres cajas abiertas. Cuando llegué, tomé el turno 706… íbamos en el 622. El contador no servía y había un Godínez que gritaba número tras número.

Viernes de quincena, puente próximo. El lleno era previsible, pero a Banamex no le importa. Sabe que sus clientes están -estamos- cautivos. Banamex  sustenta su negocio en que no cobra aperturas y sus manejos de cuenta son «baratos»… ¡Noscierto! 

Hagamos un ejercicio simple: esa innecesaria hora de espera, compartida por otros 84 ciudadanos, puede ser medido por el salario que -en promedio- recibiría cada quien. Así, en esa hora de espera, ante nuestra impotencia, nuestra economía perdió 2,520 pesos… Si pensamos que en el DF hay 231 sucursales -seguramente igual de llenas-, Banamex en una hora evaporó 582 mil pesotes.

Cuando llegué a hacer mi operación bancaria ya era más tarde del cierre. Le pregunté a la cajera que si a ella le pagarían la hora extra… Me respondió con una sonrisa y un «obviamente no». No invierten en tecnología para hacer más eficientes sus procedimientos, pero tampoco en mano de obra.

Prefieren hacernos esperar: se ahorran unos centavos y a nosotros nos hacen perder pesos; roban nuestros minutos y parece que a nadie le importa. Les vale madres.

asalto

Anexo Metodológico

Tiempo de espera promedio = 1 hora.
Turnos en una hora 706-622=84 personas por hora
El salario de cotización promedio, según el IMSS es de alrededor de 240 pesos diarios… 30 pesos por hora.
84 (personas por hora) *30 (pesos por hora) = 2520 pesos por hora por cada sucursal
2520 pesos por 231 sucursales en el DF = 582,120 pesos por hora en las sucursales del DF.

 

09
Ene
14

Sobre la Ley General de Víctimas

¿Se acuerdan de Javier Sicilia? Era un señor que marchó por todo México pidiendo que se respetaran los derechos de las víctimas y eso. Hablaba sobre justicia y dignidad con poesía. Tenía bases filosóficas lo que decía y enamoró a México por completo.

Hace un par de años, fui a uno de sus eventos, hice fila durante unos quince minutos para hablar con él. Le quería decir que toda la gente que estaba movilizando merecía propuestas claras y concretas para cambiar a México. Pensaba decirle que los últimos resultados de estudios sobre crimen organizado a nivel mundial y cómo podríamos implementar políticas públicas en México para eso… Antes de que pudiera decirle cualquier cosa, me abrazó.

Abrazaba. Abrazaba a todos. Abrazaba a la menor provocación. Abrazaba bien cabrón.

Más que una estrategia integral para terminar con el crimen organizado, lo que México necesitaba en esas fechas, era un abrazo. Un fuerte y sentido abrazo: para las víctimas y para sus hermanos los criminales. Una reconciliación entre quienes son los dos lados de la misma moneda, una realidad socioeconómica que no tiene mecanismos justos de ascenso social con base en el esfuerzo.

Con este fundamento se elaboró una Ley de Víctimas, llena de buenos deseos, pero con graves problemas para su cumplimiento. Le ganó el poeta al jurista. Tal vez era lo que necesitabamos, a lo mejor era mejor así.

Ha pasado un año de que se publicó esa Ley y aún no vemos resultados. Sospecho que pasarán otros años y seguiremos así.

beso sicilia

Por si acaso, aquí mi resumen de la Ley General de Vícitmas, ya con las modificaciones realizadas por EPN.

08
Ene
14

Amateur

Amateur es un galicismo que sirve para referirse a una persona de índole no profesional, que practica cualquier actividad o área del conocimiento. Sirve para contrastarlo con los que sí lo realizan de forma profesional.

El término no guarda relación con el nivel de capacitación o idoneidad en la actividad, sino con la motivación por la cual se realiza. Mientras que la actividad profesional normalmente requiere un nivel mínimo de preparación, conocimientos o entrenamiento para poder practicarse socialmente, la amateur no.  

Sirva esta definición para explicar mi molestia con este video que ha circulado en mis redes sociales ultimamente: 

Video: ¿Qué harías con 25 mil dólares?

Este amiguito, con mucha conciencia social y sentido común hace algo que muchos hemos pensado: ¿y si todo lo que se gasta en el mundo para mercadotecnia y publicidad lo usamos en algo realmente útil? Incluso, sin ser tan radical, con que una parte se reorientara, yo supondría que el efecto en términos de marca, rating o lo que sea, serían positivos, ¿no creen? 

(Aquí un comentario mío al respecto)

Sin embargo, si no promuevo esta idea, es porque sé que quienes ejecutan esos grandes presupuestos son profesionales de la publicidad: personas con estudios y años de experiencia en el mercado, que seguramente ya pensaron en eso y determinaron que es una mejor idea poner osos polares tomando refresco. Al final, cada empresa puede escoger distribuir su dinero entre mercadotecnia y responsabilidad social. 

El video refleja, sin embargo, que esta percepción de profesionalismo no existe para las cuestiones sociales. Suponer que alguien, gracias a un tuit podrá tener la solución óptima para los daminificados de un desastre natural es nulificar el trabajo de todas las organizaciones de la sociedad civil, los organismos internacionales y los profesionistas que -como yo- pasamos varios años entendiendo cómo funciona la sociedad. 

Peor aún, si eso se hubiera hecho con dinero público, se hubiera incurrido en varios delitos por usar de forma ineficiente los recursos del gobierno, y habría organizaciones de la sociedad civil y prensa buscando el encarcelamiento o al menos la renuncia del responsable. 

El problema no es que esos 25 mil dólares se hubieran aprovechado mejor con sólo depositarlos en la Cruz Roja (bien por la iniciativa de este amigo que dio un poco de ayuda extra). Lo que me preocupa es que la sociedad piensa que las políticas públicas son una actividad amateur, que cualquiera podría hacer con un poquito de buena voluntad. Así lo reflejan los 32,315 «me gusta» que tiene el video contra los 302 «no me gusta» [<- Y así sucede en nuestra democracia electoral]. 

Esta confusión hace que dentro del mismo cajón -el de las ONG’s- tengamos a equipos profesionales que estudian y buscan soluciones para problemas tan importantes como la migración, la libertad de prensa o la movilidad sustentable, con señoras copetonas que hacen colectas para los niños pobres en diciembre. Ambos esfuerzos deben existir, pero sin duda deben estar diferenciados.

Lo peor es que, estando juntos, compiten por el acceso a la misma bolsa de recursos… Y, al menos en México, muchas veces valen más las conexiones sociales que las buenas ideas. En lugar de sustitutos, las políticas públicas y la filantropía deberían ser complementos. 

Ojo: no es una cuestión de orgullo profesional sino de rumbo. Si como sociedad no entendemos qué es un político profesional, estamos muy lejos de poder exigir que nuestros gobernantes se comporten así.  




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